Como ya hemos mencionado anteriormente, no podemos confundir los conceptos de economía y finanzas. El primero es una ciencia social que se encarga de estudiar la manera en la que producimos, disponemos y maximizamos los recursos disponibles para saciar las necesidades humanas. Mientras que las finanzas ayudan a los inversionistas y gerentes de negocios a evaluar propuestas, a asignar capital, a manejar la administración financiera, la contabilidad financiera, finanzas personales, comercio internacional o comercio mundial. Podemos decir que dentro de las finanzas existen diferentes tipos.
Una de los principales tipos de finanzas son las públicas, hacer referencia a la manera en la que un gobierno maneja su riqueza y sus impuestos y la manera en la que se manejan los activos y pasivos de su territorio. Estas abarcan todos los territorios, desde los pequeños como las ciudades, hasta países enteros. Los reguladores financieros son el estado o el gobierno y se centran en los temas de gastos e ingresos públicos.
En el caso de las finanzas corporativas o empresariales, son una parte importantísima de la administración de empresas, la cual se refiere al manejo de las empresas incluyendo sus actividades financieras, la administración y las finanzas van de la mano. Las finanzas administran recursos empresariales con la ayuda de la contabilidad y su función principal recae en la creación de valor monetario.
El siguiente tipo abarca un ámbito mayor que los anteriores, hablamos de las finanzas internacionales. Su función principal es estudiar y manejar las relaciones monetarias entre países. La importancia de las finanzas internacionales recae en el hecho de que las mismas afectan las finanzas internas de un país en términos políticos, económicos y sociales.
Por último, tenemos las finanzas personales. Son las más conocidas, ya que se trata de cómo un individuo maneja los conceptos financieros como invertir, prestar, presupuestar y ahorrar, en su entorno privado. Se basan en una buena planificación financiera que permita analizar objetivamente las situaciones y tomar decisiones que estén acordes a lo que esta persona ha establecido como crecimiento personal. Este crecimiento puede estar expresado de muchas formas: salud, carrera, ahorros, etc.