Lo que hay que evitar durante una clase online
Decantarse por las nuevas tecnologías por el mero hecho que muchos otros lo hagan o porque nos parezca que es la tendencia a seguir, puede resultar contraproducentes tanto para el profesor como para el alumno. Hay que planificar bien las clases online y cuidar la calidad de los contenidos. Además, hay que tener en cuenta que algunas personas son reticentes a los cambios o de entrada no les interesa el uso de nuevas tecnologías para formarse.
Saber qué es lo que menos gusta a los alumnos de las clases online puede ayudarnos como profesor, para poder hacer mejor el trabajo, pero también como alumno, para proponer pequeños cambios al profesor o maneras alternativas de hacer algunas cosas. Apuntamos a continuación 9 aspectos negativos a tener en cuenta.
Lo negativo: cosas a evitar para que gusten más las clases online
- Unos contenidos mal organizados y mal presentados. Si el alumno tiene una sensación de desorden y caos, el contenido más interesante podrá resultarle pesado y acabar por abandonar el curso o hacer las clases con desgana.
- Usar en exceso algunos formatos: demasiados pdf, exceso de presentaciones con diapositivas, limitarse al uso de vídeo, una cantidad abrumadora de texto, imágenes o demasiados enlaces. Hay que pensar que no todos los alumnos tendrán las últimas tecnologías y posiblemente la carga de algunos materiales les puede requerir mucho tiempo, haciendo que no puedan seguir el curso con normalidad o incluso que desistan de ello.
- Falta de actualización: cuando aparecen fechas ya pasadas en los materiales da una impresión de dejadez, de desactualización e incluso de desinterés hacia los alumnos. No es agradable que nos presenten algo sin haberlo modificado para adaptarlo a necesidades actuales o a unos alumnos distintos.
- Un tono aburrido en los contenidos presentados en vídeo o en audio (o por videochat): Si puedes editar los archivos multimedia, procura hacerlos dinámicos y amenos, evitando también ser repetitivo.
- Demasiados temas y efectos: querer aprovechar todo lo que ofrecen los formatos multimedia no quiere decir que haya que usarlos todos. Es preferible ir al grano y dar unos contenidos explicados de forma clara. Procura que la interacción sea lo más natural y cómoda posible. Valora si los efectos aportan realmente algo al contenido y ayudan al estudiante.
- Lenguaje y expresiones no ajustados al público: si es posible adaptar el estilo de comunicación, hay que hacerlo para poder establecer un mejor diálogo con los alumnos y, además, hacer que se sienta cómodo (entender mejor las clases y notar menos distancia con el profesor).
- Errores: revisa los contenidos a compartir para evitar faltas de ortografía, pues dañan tu imagen y le restan credibilidad a las clases.
- Sensación de aislamiento o de desconexión: cuando no se cuida la interacción y no se escucha al alumno, éste puede perder el interés en las clases, por muy interesantes que le puedan resultar los contenidos. En unas clases presenciales se cuenta con el contacto en persona con el profesor y los compañeros, así que y no hay motivos para dejar de lado la interacción en entornos digitales. Aprender tiene un importante componente social que no hay que descuidar.
- Problemas técnicos: hay que procurar que hayan canales para solucionar problemas o dudas técnicas.
Por otra parte, si no se acaba de eliminar todo lo negativo, también se puede potenciar aquello que sí puede gustar de la opción de la enseñanza online. Esto puede servir asimismo para convencer a los más reticentes a tomar clases en línea:
-Posibilidad de interactuar con personas de cualquier parte del mundo.
-Flexibilidad y comodidad de estudiar desde casa.
-Acceder a conocimientos en otros idiomas y con buenos profesores.
-Acceder a conocimientos en otros idiomas y con buenos profesores.
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