10 razones para hacer clases online
El elearning se ha convertido en una nueva técnica al alza. Aprender a través del ordenador es un proceso natural al que nos ha llevado la tecnología. Pero no es solo eso. Es un nuevo modelo de educación que permite al alumno abandonar un papel pasivo para tomar las riendas de su formación. El alumno decide cuándo necesita ampliar conocimientos y de qué forma. El profesor, además, tiene muchas más herramientas para satisfacer sus necesidades.
1. El elearning facilita un aprendizaje interactivo. Las clases online ponen fin a las clases magistrales donde el profesor distribuye el contenido y el alumno no interactúa con él.
2. Los formatos de las actividades cambian: son colaborativas. Los alumnos pueden interactuar con contenidos multimedia.
3. Es flexible. El aprendizaje no tiene por qué estar pautado a unas sesiones constantes por semana. Se trata de un sistema just-in-time. El alumno decide cada cuánto necesita clase y para qué: para aclarar conceptos puntuales que no entiende, para reforzar de forma constante sus estudios, para preparar exámenes o entrevistas de trabajo...
4. Educa en la autonomía. El alumno se obliga a distribuir bien las clases, a marcar pautas de estudio, a autogestionar bien su tiempo.
5. Tutorías previas con los profesores. En el caso de Classgap, antes de decidir con quién hacer clase, puedes entrevistarte gratuitamente con los profesores, explicarles qué necesitas, consultar opiniones de otros alumnos... El alumno decide no sólo cuándo y cómo, sino también con quién.
6. Facilita la actualización de la información. Los contenidos cambian de forma constante y los formatos digitales permiten rehacerlos y actualizarlos de forma inmediata. Además, los materiales siempre están disponibles online.
7. Recuperación de la clase. El elearning posibilita repasar cómo se ha desarrollado la clase y repasar dudas. En Classgap, por ejemplo, puedes descargar la clase en un pdf y repasarla más tarde.
8. Accesible a cualquier alumno con un dispositivo conectado a Internet, no tienes siquiera que estar en tu casa. Puedes aprovechar para hacer clase en una pausa en la oficina, en una hora libre en la Universidad...
9. Deslocalización del conocimiento. La barrera geográfica desaparece, puedes recibir clases con el profesor que necesites, aunque viva a millas de ti. Puedes aprender con profesores de todo el mundo especialistas en sus campos, y formarte en idiomas con profesores nativos de cualquier país.
10. Ahorro en el precio. No tener que desplazarse y no perder el tiempo que conlleva supone un buen ahorro para el bolsillo.
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