Eliminar las diferencias educativas y tecnológicas, nuevo objetivo de Google
La gran empresa tecnológica, a través de su filial solidaria Google.org, ha presentado un nuevo objetivo educativo y, como no podía ser de otra forma, la tecnología aplicada a la vida es parte de este objetivo.
En este nuevo proyecto Google propone a emprendedores y empresas sin ánimo de lucro el reto de desarrollar proyectos que estén centrados en soluciones tecnológicas que contribuyan positivamente a la mejora del acceso a la educación en zonas de conflicto.
Las diferencias educativas y tecnológicas podrían ser cosa del pasado en solo unos años
Las nuevas tecnologías facilitan en acceso a la información y a la educación. Sin necesidad de desplazarse hasta un aula o hasta el lugar en el que un profesor se encuentre, cualquiera puede acceder a clases y cursos que se imparten en cualquier lugar del mundo. En muchos países esta imagen ya es una realidad, pero hay otros en las que el acceso a las nuevas tecnologías es aún difícil, o inexistente.
El derecho a la educación está reconocido en los Derechos Humanos, sin embargo, existen muchos lugares en el mundo en el que los niños no pueden acceder a las escuelas por encontrarse en zonas de guerra, por falta de infraestructuras en las proximidades de su lugar de residencia o por razón de su género.
La ONU ha señalado el acceso a la educación Primaria Universal como uno de los grandes retos de este milenio y la tecnología podría ser la solución a medida lograr este objetivo. Desde Google han recogido el testigo y se han convertido en parte esencial en el cambio haciendo lo que mejor saben: utilizar la tecnología para alcanzar el objetivo de la escolarización.
50 millones de dólares para reducir la brecha educativa tecnológica
50 millones de dólares será el fondo que Google destinará a ONG y entidades sin ánimo de lucro para que los empleen en lograr que la brecha educativa se reduzca y que en los países en los que el índice de escolarización es limitado, los niños puedan acceder a la formación gracias a las ventajas de la tecnología.
El fondo pretende ser una solución real para el acceso a la formación zonas en las que la educación es un privilegio en la actualidad. Así, en los próximos años, no solo se desarrollarán soluciones para que los niños accedan a formación, sino que se procurarán herramientas para ofrecer material y recursos de calidad, para lograr que los niños puedan acceder a estos dispositivos y para conseguir que los docentes puedan utilizar la tecnología de forma efectiva en sus clases.
Nueve organizaciones disponen ya de una parte de los 50 millones de dólares que Google destinará a este objetivo y, en los próximos años, iniciarán proyectos para reducir la brecha educativa tecnológica. Sin embargo, algunas de ellas ya tienen proyectos orientados a ese mismo objetivo, para ellas, este dinero será un gran impulso para avanzar en ese sentido.
Queda aún un largo recorrido para conseguir que la educación básica universal sea una realidad, pero iniciativas como esta ayudan a que las diferencias educativas y tecnológicas se reduzcan considerablemente, sobre todo, teniendo en cuenta que la tecnología podría ser la respuesta para el acceso a la educación en cualquier lugar del mundo.