Cómo aprender a tocar la guitarra a distancia
La guitarra es, sin duda, uno de los instrumentos que gozan de mayor popularidad. A la hora de aprenderla a tocar hay actualmente más facilidades que antes gracias a las diferentes posibilidades que ofrecen los entornos y dispositivos digitales con conexión a internet. Habrá quien prefiera unas clases presenciales, para tener al lado al profesor, o bien muchos optarán por ser autodidactas.
Contar con alguien con quien poder interactuar y que estará observando nuestros pasos y corrigiendo nuestros errores implica aprovechar mucho más el tiempo y acelerar el aprendizaje. Si además puede ser online, cómodamente desde casa, lo raro sería no decidirse por unas clases para empezar a aprender cuanto antes.
Contar con alguien con quien poder interactuar y que estará observando nuestros pasos y corrigiendo nuestros errores implica aprovechar mucho más el tiempo y acelerar el aprendizaje. Si además puede ser online, cómodamente desde casa, lo raro sería no decidirse por unas clases para empezar a aprender cuanto antes.
Lo más probable es que, una vez se quiera aprender a tocar la guitarra se tenga claro qué tipo de instrumento (clásica, eléctrica, acústica, etc.) y estilo se prefiere. No obstante, no está de más indagar un poco acerca de las opciones que de entrada se descartan. Puede suceder que por desconocimiento dejemos pasar la oportunidad de aprender sobre un instrumento y un estilo que nos resulten más fascinantes de lo que pensábamos.
En buena sintonía con el profesor
Infórmate bien sobre lo que te pueden ofrecer los diferentes profesores que veas y ten presentes tus necesidades y objetivos. No es lo mismo buscar un apoyo más constante y para un periodo de tiempo más dilatado si se quiere tener un buen dominio del instrumento que si se quiere poder tener un dominio básico para luego seguir de forma autodidacta o con unas clases presenciales.
Antes de comprometerte con un profesor para recibir unas clases, deja claro cuál es tu punto de partida, qué nivel de dominio quieres lograr y si puedes requerir más bien un apoyo más técnico o especializado. Si te interesa poder hacer ajustes digitales a tus interpretaciones o trabajar con algún tipo de programa de edición de sonido, pregúntale al profesor antes de empezar con las lecciones.
Un caso de tener ya nociones o un cierto nivel, cerciórate de que tu profesor emplea la misma nomenclatura a la que estás habituado(cifrado americano o latino). Quizás te cueste poco adaptarte a él pero, si quieres aprovechar más tu tiempo, evita tener que aprender algo nuevo y de tener que acostumbrarte antes de poder avanzar o perfeccionar tu técnica.
Compartir interés por un estilo concreto ayudará a poder profundizar en técnicas específicas y será más fácil perfeccionar habilidades para interpretar y componer piezas. No tendría mucho sentido buscar un profesor más centrado en flamenco si nos interesa más la bossa nova o el jazz, por poner unos ejemplos.
Más allá de los acordes
Una vez has dado con un profesor online que se ajusta a tus necesidades y disponibilidad horaria, pregúntale también sobre todo tipo de aspectos relativos a la guitarra, más allá del aprender a tocarla. Pídele que te ayude a conocer los elementos del instrumento, trucos para cuidarlo y sacarle partido y curiosidades. También pide opinión a tu profesor sobre herramientas y utensilios que desconoces o que consideras que te pueden ser útiles. Pregunta sobre el tipo de púa que te puede ir mejor, si conviene emplear en algún momento un metrónomo, etc.
Por otra parte, es importante que aprender unas nociones sobre teoría musical si careces de formación en el campo y si quieres tener una buena base.
El hecho de contar con clases personalizadas permite que el profesor nos pueda ir corrigiendo sobre la marcha y que nos indique la manera correcta de colocar las manos y dedos. Es importante que nos ayuden a evitar posiciones incorrectas de las que luego no nos podamos desprender.
Encontrar el ritmo
Entre tus clases ve practicando todo lo que puedas y anota tus dudas y problemas para comunicárselos luego a tu profesor. No dudes en pedirle ejercicios o retos para ir avanzando. En todo momento no dejes de transmitirle tus dificultades y comunícale si necesitas aumentar o bajar el ritmo. No todo el mundo aprende con la misma facilidad a realizar los acordes ni puede leer con la misma soltura las tablaturas.
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